Psicodrama y movimiento, una respuesta en tiempos difíciles
Actualizado: 24 mar 2022

A menudo buscamos soluciones racionales a todo cuanto nos ocurre. Existe una suerte de cultura de la respuesta, como si cada cosa que pasa, obedeciera a algún asunto que debemos comprender, para luego hacer encajar la experiencia como pieza de rompecabeza, dentro de algún concepto o constructo social. Lo mismo ocurre a mi juicio, con los problemas de salud mental; no es raro que la gente intente buscar un nombre a lo que siente, piensa o experimenta, ya que cada vez más, se amplía el abanico de la patología psiquiátrica, permitiéndonos encontrar alguna correspondencia en particular. Y no digo que no sea necesario para el profesional, conocer los manuales diagnósticos y estadísticos, que en mucho aportan al tratamiento y pronóstico de las personas. Lo que me parece derechamente insano; es que la gente en general intente buscar su propia patología, impulsados por una cultura que a todo pretende dar nombre; como si perder el control sobre una situación, nos volviera menos valiosos ante la mirada de los demás.
Creo que estamos en una sociedad, que lejos de promover el autoconocimiento, favorece la neurosis y la disociación, cosa que malamente podría contribuir a la promoción y prevención de la salud mental.
El contacto con el cuerpo, la práctica de la corporalidad, nos lleva a terrenos interesantes, tanto en la búsqueda del autoconocimiento, como en el encuentro con “un otro”.
En lo personal, creo que la difusión del psicodrama, constituye un tremendo aporte como psicoterapia grupal, en tiempos de gran estrés social, en donde se ponen a prueba los mecanismos de supervivencia.
El psicodrama, el sociodrama y sus herramientas, se pueden usar no sólo en formato presencial, también online, como una práctica grupal de autocuidado, un remanso de solidaridad, en donde la colaboración, gatilla las respuestas individuales; esas aguas subterráneas que no siempre queremos ver, porque remueven los torbellinos de las historias personales e incluso ancestrales.
Hoy en día el psicodrama, vuelve a salir a la palestra en medio de la pandemia, mostrando nuevos formatos y permitiendo que el formato híbrido, en donde lo presencial y lo online coexisten, sea un tema de estudio y discusión. En el fondo, el cuerpo de alguna forma nos viene a mostrar el camino, respecto de aquello que la razón calla u oculta, por temor quizá a quitarse el antifaz.
Roxana Heise